lunes, 21 de enero de 2008

Simplemente, practico para decirte adiós

En mi pequeño imperio simplemente practico para decirte adiós; así, voy cediendo poco a poco, como si les pidiera caer a las hojas de mis ramas. Y sigo queriendo no ser, no ser y no ser. Por eso me voy quedando atrás aunque continúe andando. ¿Realmente estoy yendo detrás de algo? Cansado, arrastro los ojos, lejos; dibujo la silueta de esas montañas desde la ventana de mi habitación, en tardes que parecen en constante pausa, en un lugar lleno de emociones mentirosas donde, probablemente, ni mi abuelo quiera descansar para la eternidad; la eternidad es mucho tiempo y, sobre todo, lleno de sombras. (Te echo de menos).

A día de hoy, ya no me vale salir a buscar el pecado. Ya no quiero que me cuenten esa historia del primer día del resto de tu vida, porque voy ciego evitando las miradas de esta ciudad, puta y fea con avaricia. Así llego al cielo descubierto para comprobar que ya no puedo esconderme en el suelo, porque mientras me cruzo distintos aromas soy incapaz de distinguir la basura de ti, que estás tirado en el césped. Un único consuelo, el sabor acaramelado de ser consciente de haber compartido una siesta virgen allí donde la juventud todavía quiso decirme algo.

Intento dormir tranquilo, evitando pensar si vas a venir o no. Bueno, creo que es justo que sepas que ya no se te espera. Ahora anticipo las despedidas para saber que decir, con la esperanza de poder dejar un buen recuerdo, cosa que es evidente que no voy a hacer durante la relación: esto es una tregua, aunque no tengo ni idea de cuanto voy a tardar en rearmarme. Paciencia con los derrotados, por favor.

A veces ni me reconozco en lo que escribo, porque solo espero manchas sobre el papel y te encuentro a ti, mirándome. Solo me queda volver a escupir al espejo, otra noche más, con la sonrisa torcida. Porque he dicho exactamente lo que quería decir.

Suena: Manic Street Preachers – My little empire

7 comentarios:

M.A.Serralvo dijo...

But maybe you´ll be out there
on that road somewhere,
In some bus o train
travelling along,
In some motel room
there´ll be a radio playing
and you´ll hear me
sing this song.

Well, if you do,
you´ll know I´m thinking of you,
And all the miles in between,
And I´m just calling
one last time
not to change your mind...
but just to say I miss you baby.
Good luck, goodbye, Bobby Jean.

Anónimo dijo...

En ocasiones leerte es como mirarse en un espejo de palabras.
Simplemente, genial.

Un besazo enorme querido.

Señor Toldo dijo...

Segunda vez que uso este mismo texto esta semana, con un significado e intención completamente distintos. Tiene toda la razón Berger, una imagen reproducida (como un texto) se presta a que su significación se modifique del todo, a voluntad del que aisla, selecciona, reproduce.

Anyway, lo que yo decía:

If the moon smiled, she would resemble you.
You leave the same impression
Of something beautiful, but annihilating.
Both of you are great light borrowers.
Her O-mouth grieves at the world; yours is unaffected,

And your first gift is making stone out of everything.
I wake to a mausoleum; you are here,
Ticking your fingers on the marble table, looking for
cigarettes,
Spiteful as a woman, but not so nervous,
And dying to say something unanswerable.

The moon, too, abases her subjects,
But in the daytime she is ridiculous.
Your dissatisfactions, on the other hand,
Arrive through the mailslot with loving regularity,
White and blank, expansive as carbon monoxide.

No day is safe from news of you,
Walking about in Africa maybe, but thinking of me.

(c) Sylvia Plath

Anónimo dijo...

Seguramente nos queden muchos adioses por decir, algunos más sentidos que otros, es ley de vida... Pero pongamos en práctica lo que hemos aprendido hoy el uno del otro, de lo que por cierto no tenemos que tener miedo ni vergüenza ya que no es malo devenir poco a poco más prácticos; en efecto creo que es la naturaleza del hombre...

Disfrutemos lo que tenemos ahora, llamémoslo pasa-ratos, stand by, permanezca a la espera o amor ciego. El contenido ahora da igual, lo que importa es el cómo, la actitud. Y a mí lo que me apetece ahora es pasar más buenos ratos y menos angustias existenciales del rollo quién soy, con quién estoy y a dónde llegaré con todo esto.

Ser más prácticos no implica haber perdido la capacidad de sentir y volvernos 100% seres racionales, pero quizás sí que supone decir adiós a la inocencia. Estoy orgullosa de que haya sido mi compañera durante tantos años, pero ha llegado el momento de decirle adiós.

Y me gusta tenerte ahí, viendo cómo los dos vamos evolucionando. Y quiero tenerte ahí cuando llegue a casa, con pizza, peli y helado. Y poder hablar y hablar durante una noche entera, sin que haga falta plantearme si estás entendiendo o no lo que te estoy contando.

Pero tanta espera habrá merecido la pena.

Te quiero.

Anónimo dijo...

Olé

M.A.Serralvo dijo...

He pasado el texto del Sr.Toldo por un traductor online y estoy completamente de acuerdo: el monóxido de luna es muy malo.

Decir adiós muchas veces no implica nada. A lo mejor ya existía el adiós desde hace mucho, muchísimo tiempo antes y, por simple ceguera, uno no se da cuenta. Porque uno puede esperar mucho, muchísimo tiempo, pero no se puede pedir que nadie espere por alguien; quién no espera es el mismo tiempo, lineal hacia delante, y los flashbacks de tiempos pasados no existen -y bien me gustaría- en la realidad.

Pero también existen adioses que resultan ser hasta luegos, pero eso no se identifica de no ser por un flashforward. Y estos, desgraciadamente, tampoco existen en nuestro plano de existencia (y cuando existen en el cinematográfico se suelen usar mal y a destiempo).

Vivir a merced del tiempo es muy doloroso.

Anónimo dijo...

pues a mí m gustan más los hasta luegos. xq decir adiós?? y xq anticipar las despedidas??? para eso hay q estar realmente seguro d q algo se va a acabar, y si t anticipas igual t ekivocas... (a no ser q realmente ya no haya nada q salvar)
sí realmente deberían existir los flashforward

muak